jueves, 14 de enero de 2016

COMICS RETRO-PULP

Afortunadamente, ECC ha vuelto a publicar una de esas colecciones que necesitamos que siempre se encuentre disponible en las estanterías para crear afición: Planetary. Cualquier aficionado a la cultura pulp, y a la cultura en general, debería incluirla entre sus colecciones de cabecera. Puede que el guión de Warren Ellis se vaya por los cerros de úbeda en ocasiones, pero vaya cerros, amigos: Tarzán, La Sombra, Nick Furia o Sherlock Holmes son recompuestos para el nuevo milenio sin que los autores se despeinen, con unos elegantes diseños de John Cassaday que hacen que nos resulte difícil elegir entre esta reformulación de nuestros mitos del S. XX y la que llevaron y llevan a cabo Moore y O´Neill en su Liga de los Caballeros Extraordinarios (Planeta acaba de estrenar en las mejores estanterías del país su "Nemo: Río de Fantasmas".) ¿Cuál es la mejor? A mí no me preguntes, que yo disfruto perfectamente con las dos. Muchos autores se han dado cuenta del filón que supone rescatar lo pretérito mirando hacia el futuro, y si no que se lo digan a Jonathan Hickman y su Proyecto Manhattan, con el flamante quinto número ahondando en la temática habitual de la serie, algo parecido a lo que se formula en Planetary o La Liga los Caballeros Extraordinarios pero esta vez acordándose de Einstein y otros protagonistas de la guerra fría en clave pop, o en el dinámico Fear Agent (Norma), donde Rick Remender dispara a bocajarro con los cientos de lecturas de Ci-Fi de las que parece haberse empapado... las cuatro son series que cogen los mejores elementos del pulp y de los cómics de hace cuarenta años, los barnizan y recauchutan, los magnifican con ideas sobre tecnología, política, filosofía y otras disciplinas en boga, eso sí, sin restarles diversión, y arrojan a nuestro desprevenido mundo de coleccionistas que ya nos las sabemos todas antiguos conceptos con una pátina de intelectualidad, y en ocasiones de salvajismo, que no es que hagan que parezcan nuevos, porque en realidad lo son en lo más profundo. Son tebeos retro-pulp a la última, el último grito del comic book. Lo más nuevo con hechuras de contrastada calidad vintage que muchas veces dan sopas con onda a otras cosas pretendidamente modernas. El pulp ha vuelto y esta vez se queda para siempre, porque en realidad nunca dejó de estar de moda. 



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