lunes, 11 de enero de 2016

MENOS ES MÁS, UNA HISTORIA DEL HÉROE ATÓMICO (PARTE 1)

Por Rich Morrissey para Amazing Heroes 28 (1983). Traducido por Félix Frog2000.

Nos encontramos en 1962. Después de haber conseguido reactivar con éxito a tres de los super-héroes de la Edad Dorada de la DC, Julius Schwartz decidió intentarlo con un cuarto. Sus primeros dos revivals habían igualado rápidamente la popularidad de los originales Flash y Green Lantern, ambos con guiones de John Broome, graduándose a toda pastilla del título antológico donde se encontraban en pruebas, "Showcase", para pasar a protagonizar sus propias cabeceras. Al igual que con Broome, los dibujantes de ambos títulos, Carmine Infantino y Gil Kane respectivamente, se habían unido al equipo de DC después de la Segunda Guerra Mundial y habían ido desarrollando sus habilidades y estilo desde aquel entonces. El tercer revival propiciado por Schwartz, el de Hawkman, en cierta forma había probado ser menos exitoso. Aunque estaba escrito por Gardner Fox, un guionista de amplio recorrido en la editorial que había ideado la primera versión del personaje, e ilustrado por Joe Kubert, un dibujante con mucho talento que también había experimentado con el Hawkman original, las historias de complemento de Brave & Bold no habían alcanzado el mismo éxito que el de Flash y Green Lantern. El correo que se había recibido por parte de los fans era muy entusiasta, pero las ventas no habían acompañado, y no fue hasta 1964, después de aparecer en un pequeño complemento en "Mistery in Space" dibujado por Murphy Anderson, cuando finalmente Hawkman consiguió su propia colección. Probablemente ese fuese el motivo de que para su cuarto revival Schwartz quisiera volver a terreno conocido. 

A pesar de su fallida etapa en Hawkman, Gardner Fox había sido un guionista popular y con mucho talento durante varios años. Había creado la primera versión de Flash, junto al Doctor Destino, Adam Strange y muchos otros héroes de éxito, y actualmente se encontraba escribiendo uno de los títulos mejor vendidos de la editorial: La Liga de la Justicia de América, donde había incorporado a muchos de los héroes de la DC, incluyendo las nuevas remodelaciones realizadas por Schwartz. Así que al afrontar el gran desafío que suponía crear a un nuevo héroe, esta vez hizo equipo creativo con Gil Kane. Nacido como Eli Katz en Latvia, Kane se había establecido a finales de los cuarenta y a lo largo de los cincuenta como uno más de los dibujantes "de acción" de la DC. Pero como muchos otros artistas de la cuadrilla de Schwartz, Kane solía dibujar con un estilo que estaba fuertemente influenciado por Carmine Infantino (y también podrían trazarse influencias primerizas de Alex Toth, Warren Tufts y Milton Caniff), pero además estaba empezando a moverse hacia otras direcciones. En particular, tenía una forma especial de zambullirse en mitad de una escena de pelea que pocos artistas de la DC podrían haber igualado desde que Jack Kirby dejó la editorial para volver con Marvel.

Bajo los lápices de Kane, Green Lantern tenía muy buen aspecto, y además el dibujante disponía del tiempo suficiente para dibujar otra serie. El propio Murphy Anderson, cuyo dibujo sería el responsable del éxito de Hawkman, fue elegido para entintar a Kane. Sus trazos frescos y detallados le daban a su dibujo un acabado pulido y con mucho estilo que incluso el dibujo de Green Lantern, generalmente entintado por Joe Giella, no podía igualar.
ESTIMANDO LA ENVERGADURA EN SU ORIGEN

Aunque el esfuerzo creativo de este revival fuese menos innovador que anteriores trabajos de Schwartz, su personaje principal fue el más original del nuevo grupo de superhéroes. Los nuevos Flash, Green Lantern y Hawkman poseían en esencia poderes similares a sus contrapartidas de la Edad Dorada (y en el caso de Hawkman, un uniforme idéntico, así como la misma identidad como civil), pero el nuevo Atom tenía muy poco que ver con su contrapartida de los cuarenta excepto por el nombre.

Creado por el equipo bastante olvidado formado por el guionista Bill O´Connor y el dibujante Ben Flinton, el primer Atom era poco menos que un Batman de segunda que sólo se podía distinguir por su pequeña estatura (metro y pico) y su fuerza insusual. Al Pratt, un estudiante que aún acudía a la Universidad, había empezado un programa de entrenamiento de choque después de ser atacado por criminales y puesto en ridículo delante de su novia, como si fuese un clásico anuncio de Charles Atlas. Pero mientras que el Atom original tan sólo era tan fuerte como un atleta humano, al final este dejaría atónito incluso a Charles Atlas, con una fuerza de tal calibre que era capaz de detener un tren lanzado a toda velocidad, además de ser capaz de realizar otras hazañas fantásticas. Aunque no se daba explicación alguna para su super-fuerza, Roy Thomas intentó ofrecer una en All-Star Squadron. 

A diferencia de los Flash y Green Lantern originales, a los que les habían otorgado su propia serie poco después de sus respectivos debuts en títulos tan surtidos como Flash Comics y All-American Comics, el Atom original jamás llegó a pasar de las ligas menores y se quedó protagonizando complementos en All-American Comics (y más tarde en Flash Comics). Schwartz, Fox y Kane tenían grandes esperanzas puestas en su renacida versión, así que mientras que mantuvieron el nombre y la idea básica de alguien pequeño pero tremendamente poderoso, desarrollaron e hicieron evolucionar la idea primaria de una forma completamente nueva.

(Continuará)

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